A medida que entraron los años 2000 en adelante fueron apareciendo en nuestro mundo los aparatos inteligentes. Aunque unos 10 años atrás aún no se contaba con la tecnología que existe hoy día. Además de que son asequibles para todo el público. Sin duda hasta nuestros niños poseen un aparato inteligente, llámese tableta o móvil. Estos suelen pasar más de lo normal conectado a estos aparatos.
A pesar de que estos equipos han facilitado nuestras vidas, el uso constante de teléfonos celulares y tabletas por parte de los niños puede tener un impacto perjudicial en su crecimiento, desarrollo y bienestar. Es difícil negárselo a un niño que te suplica tener un teléfono celular propio como muchos de los niños de su clase. Hay varias razones convincentes por las que no deberías permitir que tus hijos tengan su propio dispositivo móvil.
Razones por las que un niño menor de 12 años no debe usar celulares ni tabletas

La tecnología, especialmente a mano que puede ir contigo por todas partes, sumerge a los niños en un mundo virtual que carece de factores importantes para el aprendizaje, el comportamiento y el desarrollo.
1. Puede aumentar la agresión
No es fácil controlar qué tipo de medios sus hijos están viendo, especialmente cuando tienen acceso a Internet a través de su teléfono o Tablet dondequiera que estén, con o sin usted. La exposición a medios de comunicación violentos, especialmente en videojuegos violentos y juegos en línea, ha estado fuertemente asociada con tendencias antisociales y pensamientos, comportamientos y acciones agresivas.
2. Potencial de adicción
La vía fronto-estriatal, que es la misma vía neural vinculada a la adicción a las drogas y trastornos del comportamiento, como el juego, también está asociada con ciertos tipos de medios. Dar a tus hijos un acceso ilimitado a Internet, medios sociales y videojuegos a través de un teléfono inteligente o tableta, aumenta el riesgo de tu hijo de desarrollar estos problemas por sí mismos, junto con una adicción real a la tecnología.
3. Dificultades de aprendizaje
Usar celulares o tabletas desde niños significa acceso a múltiples formas de entretenimiento a la vez. Esto hace que se distraigan más fácilmente y desarrollen una incapacidad de prestar atención en clase. Junto con los déficits de atención viene deterioro de la memoria visual, la imaginación, y la capacidad de trabajar de manera eficiente y eficaz o centrarse en una tarea.
4. Interacciones sociales y ansiedad
La creciente dependencia de nuestros niños a la tecnología está perjudicando el desarrollo de las habilidades sociales cara a cara. Los mensajes de texto afectan la forma en que aprenden a expresarse a través del lenguaje corporal, el tono, el tacto, la voz y la expresión facial, así como la forma de entender esas señales de otras personas.
5. Exposición a la radiación
La cabeza de un niño tiene una capacidad dos veces mayor de absorber la radiación, y la médula ósea del cráneo absorbe diez veces la radiación de un adulto. A pesar de que aún no conocemos todos los efectos de la radiación al usar el celular, sabemos que aumenta el riesgo de desarrollar tumores cerebrales y cáncer. Se necesitan más estudios sobre la radiación inalámbrica y sus efectos en el desarrollo cerebral de los niños.
6. Aumenta el riesgo de obesidad
Se han realizado varios estudios que demuestran la correlación entre el uso de la tecnología y el aumento del IMC (Índice de Masa Corporal) en niños y adolescentes. Esto se debe en gran medida a que cuantas más horas pasan los niños en tecnología, más tiempo pasan de forma sedentaria en vez de en actividades que los mantienen activos.
7. Salud mental
Hay un número de implicaciones que el uso del teléfono celular tiene en la salud mental de nuestros niños. Los niños están ahora expuestos a los medios de comunicación todos los días con mensajes sugerentes que dicen cómo deben pensar, sentir, actuar y mirar.
Consejos.
Limita el tiempo que tus hijos pasen frente a la pantalla. Establece horarios diarios que no sobrepasen las 2 horas. No le permitas que vayan a la cama con el móvil o tableta. Ponle tareas caseras para que no se vea tentado en el tiempo libre de usar el aparato.
Involúcralos en actividades deportivas y sociales que le hagan para tiempo fuera de casa cuando no haya clases o este libre en casa.
A pesar de que estos equipos han facilitado nuestras vidas, el uso constante de teléfonos celulares y tabletas por parte de los niños puede tener un impacto perjudicial en su crecimiento, desarrollo y bienestar. Es difícil negárselo a un niño que te suplica tener un teléfono celular propio como muchos de los niños de su clase. Hay varias razones convincentes por las que no deberías permitir que tus hijos tengan su propio dispositivo móvil.
Razones por las que un niño menor de 12 años no debe usar celulares ni tabletas

La tecnología, especialmente a mano que puede ir contigo por todas partes, sumerge a los niños en un mundo virtual que carece de factores importantes para el aprendizaje, el comportamiento y el desarrollo.
1. Puede aumentar la agresión
No es fácil controlar qué tipo de medios sus hijos están viendo, especialmente cuando tienen acceso a Internet a través de su teléfono o Tablet dondequiera que estén, con o sin usted. La exposición a medios de comunicación violentos, especialmente en videojuegos violentos y juegos en línea, ha estado fuertemente asociada con tendencias antisociales y pensamientos, comportamientos y acciones agresivas.
2. Potencial de adicción
La vía fronto-estriatal, que es la misma vía neural vinculada a la adicción a las drogas y trastornos del comportamiento, como el juego, también está asociada con ciertos tipos de medios. Dar a tus hijos un acceso ilimitado a Internet, medios sociales y videojuegos a través de un teléfono inteligente o tableta, aumenta el riesgo de tu hijo de desarrollar estos problemas por sí mismos, junto con una adicción real a la tecnología.
3. Dificultades de aprendizaje
Usar celulares o tabletas desde niños significa acceso a múltiples formas de entretenimiento a la vez. Esto hace que se distraigan más fácilmente y desarrollen una incapacidad de prestar atención en clase. Junto con los déficits de atención viene deterioro de la memoria visual, la imaginación, y la capacidad de trabajar de manera eficiente y eficaz o centrarse en una tarea.
4. Interacciones sociales y ansiedad
La creciente dependencia de nuestros niños a la tecnología está perjudicando el desarrollo de las habilidades sociales cara a cara. Los mensajes de texto afectan la forma en que aprenden a expresarse a través del lenguaje corporal, el tono, el tacto, la voz y la expresión facial, así como la forma de entender esas señales de otras personas.
5. Exposición a la radiación
La cabeza de un niño tiene una capacidad dos veces mayor de absorber la radiación, y la médula ósea del cráneo absorbe diez veces la radiación de un adulto. A pesar de que aún no conocemos todos los efectos de la radiación al usar el celular, sabemos que aumenta el riesgo de desarrollar tumores cerebrales y cáncer. Se necesitan más estudios sobre la radiación inalámbrica y sus efectos en el desarrollo cerebral de los niños.
6. Aumenta el riesgo de obesidad
Se han realizado varios estudios que demuestran la correlación entre el uso de la tecnología y el aumento del IMC (Índice de Masa Corporal) en niños y adolescentes. Esto se debe en gran medida a que cuantas más horas pasan los niños en tecnología, más tiempo pasan de forma sedentaria en vez de en actividades que los mantienen activos.
7. Salud mental
Hay un número de implicaciones que el uso del teléfono celular tiene en la salud mental de nuestros niños. Los niños están ahora expuestos a los medios de comunicación todos los días con mensajes sugerentes que dicen cómo deben pensar, sentir, actuar y mirar.
Consejos.
Limita el tiempo que tus hijos pasen frente a la pantalla. Establece horarios diarios que no sobrepasen las 2 horas. No le permitas que vayan a la cama con el móvil o tableta. Ponle tareas caseras para que no se vea tentado en el tiempo libre de usar el aparato.
Involúcralos en actividades deportivas y sociales que le hagan para tiempo fuera de casa cuando no haya clases o este libre en casa.